Hipócrates fue el primero en mencionar los beneficios terapéuticos del aceite de oliva.

La investigación científica ha probado que el consumo de aceite de oliva ayuda a reducir el colesterol malo.

Los aceites de oliva virgen y virgen extra son los únicos aceites que se consumen en su estado 100% natural sin proceso de refinado alguno. Contienen un nivel de antioxidantes y de otros compuestos altamente beneficiosos para la salud que no existen en el resto de los aceites.

Hipócrates, el padre de la medicina moderna, fue el primero en mencionar los beneficios terapéuticos del aceite de oliva. Sus aptitudes nutricionales, cosméticas y medicinales eran conocidas por los pueblos del Mediterráneo que lo utilizaban para hidratar la piel, curar quemaduras y calmar el ardor y la deshidratación de la piel por efectos del sol y del agua.

La investigación científica reciente ha proporcionado pruebas concluyentes de que el consumo de aceite de oliva puede ayudar a reducir el colesterol LDL malo. Además, este aceite contiene antioxidantes que desalientan los agentes que obstruyen las arterias y protege contra las enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer. También es rico en hierro y en vitaminas A, B-1, B-2, C, D, E y K.
Por si fuera poco, el aceite de oliva es beneficioso para el sistema digestivo y puede actuar como un laxante suave. Es un amigo del intestino y un enemigo de úlceras y gastritis.